Durante muchos annos, por no decir toda mi vida, me he dedicado profesionalmente a la arquitectura. Es una profesion que me fascina y, probablemente por ello, ahora estoy bien situado en este mundillo. La verdad es que no me explico muy bien que hice para llegar donde estoy, pero no puedo quejarme. Hace ya varios annos que dirijo un estudio en el que trabajamos cinco arquitectos y una veintena de asociados. Las cosas no nos pueden ir mejor y nuestra oficina no deja de expandirse. Pero no quiero aburriros con estas historias de exito y triumfo. Escribo aqui para contaros una de las etapas de mi vida en la que mas he disfrutado a nivel personal y ...._s_e_x_ual. En este capitulo voy a contaros mi primer encuentro con Ignacio. A partir de ese momento empezo una relacion que habria de durar un anno completo. Todo empezo cuando nuestra oficina decidio seguir la moda del momento y aceptar a un grupo de becarios para que acabaran su formacion como arquitectos en nuestro buffet. La verdad es que no esperabamos sacar mucho provecho de ellos, ya que en general se trata de chicos jovenes, que van por sus 23 annos y que nunca han trabajado de verdad antes. Pero de todas maneras, el costo para nosotros iba a ser muy bajo, ya que gran parte de su salario se lo pagaba el govierno. Al cabo de unas semanas de haber haber hecho publica nuestra decision nos dimos cuenta de nuestro error. Una oficina del ministerio de educacion nos mando una lista de mas de veinte candidatos. Nosotros debiamos, durante la proxima semana, entrevistarlos y elegir a cinco, que era el maximo numero de becarios que podiamos absorver. Como la idea de aceptarlos habia sido mia, mis companeros decidieros que debia ser yo quien se encargara de todo el papeleo y de las entrevistas. Me esperaba una semana movidita. Lo primero que hice fue examinar los curriculums. Curiosamente de los veinte candidatos quince de ellos eran chicos. Sus edades rondaban por los 23-25, pero muchos de ellos parecian mucho mas jovenes en las fotos. Todos eran estudiantes brillantes, de manera que sus notas no me servirian de mucho para la seleccion. Los cite a lo largo de la semana, cinco por dia. La entrevista tipica era mas o menos como sigue. Les preguntaba el nombre y algunos datos personales, para romper el hielo, y luego les pedia que me explicaran porque querian trabajar como arquitectos y que esperaban de mi oficina. En general dudaban mucho y en sus respuestas se detectaba su falta de experiencia. Me resultaba tan aburrido que empece a jugar un poco. Me gustaba avergonzarles diciendoles que sus respuestas eran muy immaduras, propias de un chaval de 4 annos y no de un hombre de 25, cosa que en general era cierta. Ellos se quedaban muy cortados y empezaban a titubear, repitiendo su misma respuesta una y otra vez. Como disfrutaba viendoles sufrir!. Uno de mis ultimos entrevistados era un chaval extremadamente timido, pero nuestra conversacion dio mucho de si. Entro en mi despacho y se quedo de pie. Era alto y de tez morena, con el pelo muy corto siguiendo la moda de su generacion. No se que hacia ahi de pie, de manera que le pedi que, si no le importaba, se sentara. El lo hizo sin decir nada, pero se ruborizo. La verdad es que yo ya estaba muy cansado y mi actitud era un tanto brusca. Empece preguntandole el nombre.
–Me llamo Ignacio Castello y vivo en Madrid, cerca del centro......bla, bla
Yo heche un vistazo a su curriculum. Era de los mas pobres, de manera que decidi no perder mucho tiempo con el.
?Y por que decidiste ser arquitecto?
La verdad es que entre en la carrera un poco por casualidad, pero luego me ha gustado muchisimo, es muy divertido lo de construir casas.....
Un respuesta realmente mala, el pobre no tiene ni idea de lo que es una entrevista de trabajo. Le di las gracias y me despedi diciendole que nos pondriamos en contacto con el en cuanto hubieramos tomado una decision. Todo el proceso no llevo ni cinco minutos, todo un record. El se levanto y se dirigio a la puerta, muy apesadumbrado. Probablemente se dio cuenta del pobre papel que habia hecho y de que no tenia ninguna oportunidad, pero antes de salir se guiro hacia mi y me dijo que estaba realmente muy interesado en trabajar en mi buffet. Que trabajaria muy duro. Me pregunto si tenia alguna posibilidad de entrar. Puesto en este impas, no tube mas remedio que decirle que habia otros candidatos muy bien cualificados y que sus posibilidades eran minimas. Se acerco un poco hacia mi y me dijo con voz muy temblorosa que haria cualquier cosa por trabajar conmigo. El pobre chico estaba cerca del colapso y yo empezaba a pasarlo bien.
A que te refieres con que harias cualquier cosa? Explicate mejor.
Voy a trabajar todas las horas del dia, fines de semana incluidos.
Bueno, eso ya me lo has dicho antes, muchas gracias y hasta otra occasion.
Puedo trabajar para Usted tambien, si lo desea. Puedo hacer lo que me pida. No se, puedo ordenarle el despacho o, o .... no se, lo que quiera. Limpiare su casa.
Esto ya resultaba patetico, de manera que decidi acabar con la conversacion en cuanto antes.
No entiendo muy bien porque tienes un interes tan grande en trabajar aqui, pero como comprenderas yo ya tengo sennora de la limpieza, de manera que si no te importa, tengo mucho trabajo.
Usted no comprende que yo tengo que trabajar aqui. Si no lo consigo mi Padre se llevara una gran desilusion, de, de ....de hecho yo le he contado que ya habia sido aceptado. Si ahora le digo que me rechazo se va a enfadar mucho. Me echara de casa, dejara de darme dinero....No sabre que hacer ni donde ir. Por favor, diga que si, que si que puedo entrar, hare todo, todo lo que quiera, de verdad.
Tu historia es realmente increible. No esperaba oir eso de una persona de veinticinco annos. Mas bien parece que tienes doce. Pero me das pena y te voy a dar una oportunidad. Si me pides que te acepte, pero no como un adulto sino como lo haria un ninno de doce annos, a lo mejor me lo pienso y lo volvemos a hablar.
El chaval estaba realmente confundido. Me miro con cara de estupido y me pregunto que como lo pediria un ninno de doce annnos. Esto era ya demasiado.
Te dare una pista. Primero la vestimenta. Los ninnos suelen llevar pantalon corto. Ademas un ninno llegaria a arrodillarse para pedir su juguete favorito.
Creo que en ese momento se dio cuenta por primera vez de mi juego, de manera que se apresuro a quitarse los pantalones, se arrodillo y me pidio humildemente que lo aceptara. Ahi tenia yo un chaval crecidito, en boxers, arrodillado, completamente sonrojado y humillado y suplicandome un favor. Yo estaba realmente disfrutando de la situacion. El chaval era guapo y parecia estar en forma. Antes de perder mas tiempo queria saber que es lo que tenia entre manos, el material con el que trataba y hasta donde podria llegar, de manera que le pedi que se desnudara de cintura para arriba. El siguio arrodillado y se quito un jersey y una camiseta blanca que llevaba debajo. Ahora podia admirarlo en todo su explendor. Efectivamente estaba en forma. Tenia los musculos bien marcados, estaba bastante moreno y tenia solo un poco de vello en el pecho. Le ordene que se levantara, cosa que hizo en un momento. Era evidente que estaba completamente empalmado, Sus boxers no podian disimular el hinchazon. Estaba tambien completamente embarazado por la situacion. Debia ser su primera vez que estaba casi desnudo en el despacho de un arquitecto, sometido a un minucioso escrutinio y no precisamente de sus habilidades para el dibujo. Me sente en mi butaca y lo obseve durante unos largos minutos, sin decir nada. El se mantenia de pie, sin decir nada, cabizbajo, con las manos enfrente intentando disimular su bulto creciente.
Esas manos que hacen ahi?
Esta minima indicacion mia fue suficiente para que las colocara rapidamente a los lados, sin pronunciar una palabra. De hecho creo que en esos momentos no hubiera sido capaz de articular nada comprensible. Al cabo de un momento me acerque a el y, con un golpe seco, le agarre el paquete con mi mano. El se sorprendio, retrocedio un poco y me cogio las manos.
Tu comportamiento no es muy bueno. No es eso lo que espero de ti. Si quieres tener alguna oportunidad, pon las manos detras de la cabeza, separa las piernas un metro y medio y ni se te ocurra moverte sin mi permiso, ocurra lo que ocurra.
Me hizo caso, du nuevo sin abrir la boca. Yo estaba realmente asombrado. No creia que esto fuera posible o que me pudiera ocurrir a mi. Habia tenido algunas experiencias anteriores con chicos sumisos, pero siempre dentro de un juego de rol con limites claros. Aqui yo tenia un chico enfrete mio que, por las razones que sean, estaba decidido a hacer cualquier cosa para que yo lo aceptara como un simple becario. Era extraordinario. Decidi ponerlo a prueba un poco mas. Le agarre el paquete otra vez, ahora sin resistencia por su parte. Con mucha fuerza empece a jugar con sus cojones, apretandolos, restregandolos, tirando de ellos. El no se movio, pero su cara reflejaba el dolor. Le dije que eso era lo que podia esperar de trabajar en mi buffet. No iba a permitirle errores. Todos sus fallos serian castigados con la maxima dureza. El seguia callado, con las manos en la cabeza. Yo ya no podia resistir mas, de manera que decidi bajarle los boxers. Los coji por el elastico e intente deslizarlos piernas abajo, pero como mantenia las piernas tan separadas se quedaron atascados por encima de las rodillas. Para facilitar mi trabajo el junto las piernas. Esta era la oportunidad que yo estaba esperando!
Creia haber dejado claro que bajo ninguna circumstancia debias moverte sin mi permiso.
Lo, lo siento sennnor. Crei que asi Usted podria....
Otra regla de oro es que no hablaras si no te pregunto antes. Has incumplido mi orden, de manera que seras castigado por ello. Haras cincuenta flexiones y cien abdominales, ahora mismo y en este despacho. Todos ellos en cinco minutos como maximo. Por cada flexion que no consigas hacer en este tiempo recibiras cinco azoetes. Ahora veras como puedo quitarte los calzoncillos sin tu ayuda.
Sus boxers seguian por encima de las rodilas y ahora, como incluso habia separado mas sus piernas en un esfuerzo por agradarme, era imposible bajarselos mas. Me acerque a mi escritorio y cogi unas tijeras. El me miro con cara asustada,. Meti el filo de las tijeras entre su pierna y la goma elastica, cortando completamente una pernera. Ahora, absolutamente sin esfuerzo, le despoje de sus calzoncillos. Durante mi actuacion no habia tenido tiempo de fijarme en su paquete. Lucia una preciosa polla, completamente empalmada y decorada con un par de huevos bastante colgantes. Lo unico que no me gustaba era que tenia mucho pelo en la zona, que le subia hacia el ombligo. Toda la zona estaba enrojecida por mi masaje anterior. Tire de la piel y le deje el capullo al aire. Habia empezado a rezumar un poco.
Bien chico, parece que la limpieza no es tu fuerte. Esto tambien tendras que emmendarlo en el futuro y yo voy a ayudarte a ello. Voy a castigarte por tener el capullo tan asqueroso. Puedes elejir. O bien te doblo tu polla para atras hasta que toque tu culo, bastante doloroso probablemente, o bien te ato los huevos y les doy cinco golpes con una regla. Tu veras, decide.
Sennor, le prometo que en el futuro tendre la polla mas limpia que haya visto. No me castigue ahora....
Elige, te doblo la polla dos veces para atras hasta que toque tu culo o te doy diez golpes con la regla.
Porfavor!!
Esta bien, como te cuesta elegir, probaras los dos tratamientos. Asi en el futuro tendras un criterio mas definido. Y ahora calla y preparate.
Yo estaba disfrutando de verdad. Me puse deras suyo, no puede evitar acariciarle los muslos y la entrepierna. Yo estaba nervioso, pero el sudaba de lo lindo. Pase mi brazo derecho por debajo de su entrepierna , rozando sus huevos, que ahora, por el miedo anticipado, estaban ya pegados en su sitio y le agarre el capullo con fuerza. Sus piernas temblaban ligeramente. No lo pense dos veces y empece a bajar su polla hacia abajo, sin brusquedades pero con decision. Cuando estaba apuntando hacia el suelo le deje descansar cinco segundos y continue, ya sin parar hasta que toco su culo y ahi la deje un rato. Me fije que el se habia encorbado bastante hacia adelante. Le dije que o se ponia completamente erecto o yo volvia a empezar. La amenaza surgio efecto y el se enderezo rapidamente, sudando como nunca y su cara reflejaba dolor extremo. Habia sido mas facil de lo que esperaba. Su polla no puso mucha resistencia a mi esfuerzo. Solte la polla y poco a poco recupero su posicion empalmada. Para dejar que se recuperara completamente antes de doblarla otra vez y asegurar de nuevo el mismo sufrimiento en mi esclavo y aprendiz, decidi continuar con los golpes a los huevos. Para atarselos use un trozo de la tela de sus boxers, que antes habia cortado. Como sus huevos se habian retraido tube que masajearlos un poco y tirar de ellos para atarlos con comodidad. Quedaron tensos y bien expuestos. Reglas no faltan en el despacho de un arquitecto, de manera que, para espanto de Ignacio, cogi una de madera de mas de un metro de largo y bastante gorda. Empece con los golpes, no muy fuertes, pero parece que efectivos, porque al quinto Ignacio cayo de rodillas, separo sus manos de detras de la cabeza y se los agarro. Rapidamente se percato de su error, porque volvio a poner sus manos en la nuca y, todavia arrodillado, me suplico perdon. Decia que el golpe fue tan fuerte que no pudo evitarlo. Yo deje que eligiera de nuevo. Podia o bien aguantar los proximos cinco golpes en las mismas condiciones e intentar resistir sin moverse o podia dejar que yo lo atara a la mesa y recibir diez golpes adicionales, probablemente mucho mas fuertes. Evidentemente, si elegia la primera opcion y se movia, yo volveria a empezar con cinco golpes mas. Parece que Ignacio estaba aprendiendo y tomo una decision rapidamente. Decidio resistir sin estar atado y sin moverse. Su decision me excito, iba a poner a prueba a mi esclavo. Los cuatro primeros golpes fueron suaves, pero el estubo a punto de desfallecer una vez. El quinto fue sencillamente intolerable. Se tendio en el suelo, con las manos todavia en la nuca, pobrecito. No se daba cuenta de que al haber caido al suelo ya no importaba que tubiera las manos en la nuna o en los cojones. Debiamos volver a empezar. A los cinco minutos se recupero, volvio a su posicion y yo empece con el primer golpe. Lo resistio. El segundo tambien, yo dude en echarlo para abajo de nuevo (era facil para mi) o acabar con la serie. Por tratarse del primer dia decidi ser blando. Es curioso, creo que detecte una expresion de triumfo en su rostro cuando le di el quinto golpe y el siguio en pie con las manos en la nuca. Se estaba haciendo tarde y parecia probable que iba a tener muchos mas ratos con Ignacio, de manera que el resto de los castigos que se habia ganado ese primer dia se los impuse rapidamente. Le doble la polla hasta su culo, bruscamente. Le dolio mas que la otra vez, a juzgar por su gemido. Solo quedaban las flexiones y abdominales. Siguiendo mis ordenes, se tendio en el suelo, completamente desnudo como estaba, y empezo con las flexiones. Le mande que las fuera contando y si tomaba impulso con el culo se la hacia repetir. Todo el tiempo estubo empalmado y la vision de su cuerpo en ejercicio me excitaba enormemente. Esto se traducia en que le mandaba repetir muchas de las flexiones, retrasandolo enormemente. Por suerte para el estaba muy en forma y las hacia sin dificultad. Una vez acabadas las flexiones empezo con los abdominales. Cuando llevaba noventa acabaron sus cinco minutos. Deje que acabara con sus cien abdominales y le dije que solo habia conseguido hacer noventa de los cien requeridos, de manera que recibiria cincuenta azotes en el culo. El chico estaba agotado, pero eso no le eximiria de recibir su castigo. Queria sentir su cuerpo, su sudor y sus temblores, de manera que le ordene tumbarse en mi regazo, sentado yo en mi sillon. Con el brazo izquierdo le immovilice el cuerpo y com mi pierna derecha impedia que agitara sus piernas. Los cincuenta azotes se los di con la misma regla de antes. Empezo a sollozar desde el principio, pero yo no tube compasion. Al finalizar su culo estaba rojo como un tomate. Le mande vestirse y volver mannana. Estaba aceptado. Calzoncillos no volveria a llevar mientras estubiera a mi servicio. Cuando salio del despacho creo que estaba satisfecho de si mismo.
Mas historias de Ignacio, trabajando como arquitecto, en el futuro. Escribidme a jojo4@mailcity. com