CAPITULO 4
Cuando el lunes por la mannana llegue al buffet, Ignacio ya estaba alli con los otros empleados y becarios. Despues de dar los buenos dias brevemente, entre en mi despacho particular para empezar un nuevo dia de trabajo. Tenia un monton de cosas pendientes, pero sin duda la que mas pereza me daba era preparar un presupuesto para uno de nuestros clientes mas importantes. Este es un trabajo laborioso porque tienes que ir comprobando los precios de todos los productos especificados en la obra, estimar el tiempo de mano de obra etc., un connazo, en definitiva. Pero de pronto me llego la inspiracion! Podia encargar el trabajo a los nuevos becarios que se habian incorporado a la oficina recientemente, ya que no requiere grandes conocimientos, solo paciencia. Como no me fiaba mucho de su capacidad encarge exactamente el mismo presupuesto a dos de ellos, Alberto e Ignacio. Les di todo el dia para elaborarlo, con la ayuda de las secretarias, y les pedi que al final del dia me entregaran un informe. Al final del dia, alrededor de las seis de la tarde, pedi a Ignacio y Alberto sendos informes, pero parece que les llevo mas tiempo del que yo habia calculado y todavia ninguno de ellos lo habia acabado. No me importo demasiado, porque tenia pensado quedarme en la oficina hasta tarde, de manera que aun tenian varias horas para terminar su trabajo. Alrededor de las ocho de la noche Ignacio llamo a la puerta de mi despacho y me entrego su informe. Alberto tambien acabo el suyo al poco tiempo. Cuando compare sus resultados nome podia creer lo que veia. El presupuesto de Alberto era en varios millones de pesetas mayor que el de Ignacio. Me alegre de haber encargado el mismo trabajo a ambos, asi al menos podria detectar facilmente el origen del error. Llame a ambos estudiantes a mi despacho:
"Bueno chicos, muchas gracias por vuestro trabajo y por haberos quedado hasta tan tarde en la oficina, pero hay algo que no cuadra. Ambos habeis elaborado el mismo presupuesto, pero el resultado final difiere en varios millones. Supongo que os dais cuenta de que si hubieramos mandado un presupuesto erroneo a nuestro mejor cliente, la credibilidad del buffet se veria seriamente comprometida." Ambos estaban de pie en frente de mi mesa, mirando al suelo.
Empece a comparar los dos informes y rapidamente me di cuenta del origen de la discrepancia. Ignacio habia olvidado incluir en el presupuesto los gastos de impermeabilizacion, se habia olvidado tambien de los impuestos....y una larga lista de otros errores.
"Bueno, bueno....creo que ya veo lo que ha pasado. Parece ser que Ignacio, movido por un deseo de agradar a nuestro cliente, ha decidido regalarle vario millones. Puedes decirme, Ignacio, porque no has incluido los gastos de impermeabilizacion?
" Sennor, creo que simplemente se me ha pasado por alto, lo siento"
"Y a tu edad deberias saber que existe una cosa que se llaman impuestos, de los que parece tambien has decidido eximir a nuestro cliente"
"Lo siento, no me acorde al final de sumar el IVA".
"y puedo ver otros errores menores. Parece que no has puesto mucha atencion al hacer tus calculos".
Ignacio no respondio a mi ultimo comentario. Estaba cabizbajo y avergonzado. Por el contrario Alberto mantenia una sonrisa creciente. Me levante de mi silla y me acerque a Ignacio. "Date cuenta ademas de todo el tiempo que nos estas haciendo perder no solo a mi sino tambien a Alberto. Por suerte, gracias a el no daremos el dia de hoy por perdido. Antes de irnos todos a casa creo que nos debes una disculpa, no lo crees asi?"
"Si sennor, Siendo de verdad haber hecho mi trabajo poniendole tan poca atencion. Siento tambien haber retrasado su trabajo y el de Alberto. Lo siento"
"Alberto, te satisface su disculpa? Porque lo que es a mi me parece del todo mezquina".
"La verdad es que ha hecho una chapuza bastate considerable y desde luego su disculpa no es para nada sincera, pero no soy yo quien debe juzgar el trabajo de Ignacio.
"Tines razon, el esta bajo mi supervision. Quiero que la proxima vez que haga algo para el buffet no se le olvide poner sus cinco sentidos en ello. Todo lo que hacemos aqui debe ser de la mas alta calidad. Ignacio, me temo que tendre que castigarte por tus chapuzas. Alguna idea, Alberto?
Claramente Alberto estaba disfrutando de la humillacion a la que sometiamos a Ignacio. Si bien al principio de la conversacion solamente se sentia orgulloso por haber hecho un buen trabajo, mis continuas indirectas sugiriendo un castigo mayor para Ignacio le envalentonaron y al final se atrevio a hablar:
"Si me permites una sugerencia, ya que su trabajo es mas propio de un escolar que de un arquitecto, podrias obligar a Ignacio a copiar cinco mil veces la frase "Pondre atencion en mi trabajo", que te parece Andres?
"Me parece una idea excelente, pero mejor que la frase sea : "Pondre atencion en mi trabajo y no perjudicare a los otros empleados con mis errores estupidos" Cinco mil veces como tu sugires. Puedes empezar ahora mismo Ignacio. Ponte en tu mesa y manos a la obra. Espero que esto te ensenne a prestar mas atencion a lo que haces".
"Pero sennor, tardare toda la noche en copiar la frase cinco mil veces, por favor, le prometo que nada parecido volvera a suceder"
"Bueno, esto ya es demasiado!, no solo nos haces perder el tiempo sino que te atreves a contradecirme. No solo no te quito el castigo, sino que ahora, por tu insolencia, deberas escribir la frase estando de pie y apoyando los folios contra la pared. Empieza ahora mismo"
Ignacio obedecio mis ordenes y se puso de pie contra la pared, empezando a copiar la frase repetidas veces. Era gracioso ver lo dificil que le resultaba sujetar el folio y escribir al mismo tiempo....Alberto ya estaba totalmente deshinhibido y se atrevio a comentar que la situacion era muy parecida a lo que pasaba a veces en su colegio, cuando el era pequenno. Si un ninno se portaba mal en clase le hacian copiar la leccion en la pizarra, delante de toda la clase. Y si el ninno habia sido muy malo generalmente, para aumentar su humillacion, se le obligaba a permanecer en ropa interior exclusivamente. El comentario de Alberto me sorprendio agradablemente, de manera que me dio pie a avanzar un poco mas.
"Estoy seguro Alberto, que no te importara acercarte hasta donde esta Ignacio y quitarle la camiseta"
Efectivamente no le importo, por el contrario parecia que estaba esperando la oportunidad. Ordeno a Ignacio que parara de escribir por un momento y que pusiera los brazos en alto. Antes de obedecerle Ignacio me miro a mi inquisitivamente, pero mi expresion no le dejo ninguna duda. Puso los brazos en alto como Alberto le decia. Sin perder un segundo Alberto agarro la camiseta y se la saco, dejando el torso de Ignacio al descubierto. Todavia eran visibles algunas de las marcas de los azotes que le aplicamos en mi casa el sabado pasado. Cuando Alberto vio las marcas se quedo un poco sorprendido, pero rapidamente comprendio la situacion. A continuacion pedi a Alberto que le quitara los jeans. El abrio la cremallera, los desabrocho y los fue bajando por las piernas de Ignacio, hasta que estubieron en sus tobillos. Yo esperaba que Ignacio no llevara calzoncillos, obedeciendo las ordenes que le habia dado la semana pasada, pero por el contrario llevaba unos shorts blancos. Alberto le mando ponerse otra vez de cara a la pared y continuar copiado, cosa que Ignacio hizo sin rechistar. Alberto y yo nos quedamos un rato observando la situacion. El bulto en los calzoncillos de Ignacio era considerable. Yo estaba realmente enfadado porque Ignacio me habia desobedecido y llevaba calzoncillos. Tenia ganas de darle una buena leccion, de manera que le dije a Alberto que se fuera a su casa y me quede a solas con Ignacio. El comprendio que estaba en un apuro. Estoy seguro que se habia puesto calzoncillos solo para desafiarme y esto no lo podia consentir. Me acerque a el y le agarre el paquete con fuerza. Los folios y el lapiz se le cayeron al suelo.
"Ignacio, parece que no estas aprendiendo nada. Creia haberte ordenado que no volvieras a ponerte calzoncillos mientras estubieras a mi servicio, y esto que ahora mismo tengo entre mis manos, si no estoy equivocado, es un slip" Manosee con fuerza sus huevos, haciendole gemir.
"lo siento sennor, me sentia muy vulnerable sin calzoncillos, no volvera a pasar, se lo prometo"
"No volvera a pasar, de eso puedes estar seguro". Se los baje de un tiron, exponiendo se polla erecta y sus huevos maltratados. Mannana tendre una sorpresa preparada para ti. Ahora ponte de nuevo de cara a la pared y continua con tus copias. Yo me voy a mi casa, que ya es muy tarde y ni se te ocurra vestirte hasta que no hayas acabado."
Una vez dicho esto , me quede un rato mas observandole y finalmete me fui a mi casa. Toda la noche estube muy ajetreado preparando la sorpresa para Ignacio. Construi con mis propias manos una especie de cinturon de castidad. Consistia en un tapon de plastico para insertarlo en su culo, de unos 4 cm de ancho y 10 de profundidad. El tapon tenia un anillo exterior por el que podia pasar un cable metalico. La segunda parte del cinturon consistia simplemente en un candado del tamanno adecuado, que permitiria cerrarlo alrededor de sus huevos, de manera que sin abrirlo, seria imposible deshacerse de el. El conjunto se remata con un cinturon de cuero provisto tambien de un candado pequenno. Esa noche casi no dormi de impaciencia. No podia esperar el dia de mannana para probar el conjunto en Ignacio. Al dia siguiente, como le habia ordenado, Ignacio llamo a la puerta de mi despacho y entro sin decir nada.
"Bueno, tienes algo que ensennarme?"
Me dio unos cincuenta folios con la frase copiada miles de veces, que yo, sin casi mirar, eche a la papelera. Despues se bajo los antalones un poco, lo suficiente para ensennarme que no llevaba calzoncillos, y se los volvio a subir rapidamente.
"No tan rapido, Ignacio. Ayer te dije que tenia una sorpresa para hoy. Desnudate"
Lo hizo. Volvio a empalmerse al 100%. Este chico es increible. Yo abri mi cajon y saque lo pripero el tapon del culo. Se lo inserte sin mucho trabajo. Ignacio estaba totalmente confundido. Luego le puse el cinturon de cuero y lo cerre con el candado pequenno. Ignacio empezaba a comprender. Lo siguiente fue el candado grande alrededor de sus huevos. Parece que habia subestimado el tamanno de los huevos de Ignacio, porque era dificil cerrar el candado, pero finalmente lo logre. Sin duda era imposible sacarlo de su lugar sin antes abrirlo o sin cortar los huevos. Finalmente pase un cable metalico por el cinturon, justo encima de su culo, el cable bajaba por la raja del culo y pasaba por el anillo del tapon. Continuaba hacia abajo, se metia por dentro del candado de los huevos y finalmente subia por enfrente, hasta asegurase de nuevo en el cinturon, aprovechando para ello en candado pequenno. Comprobe la seguridad del conjunto. Primero intente sacar el tapon del culo. Con esfuerzo podia sacarlo casi 5 cm, pero era imposible sacarlo del todo, ya que el cinturon de cuero y el candado de los huevos no cedian y lo aseguraban en su posicion. El candado de los huevos era totalmente imposible sacarlo. La unica opcio era cortar el cinturon de cuero y sacar el tapon del culo, pero aun asi el candado de los huevos permaneceria en su posicion.
"Ya ves en que consiste la sorpresa. Como parece que no estas comodo sin calzoncillos he pensado que podrias llevar estos continuamente. No te los podras sacar mas que para cagar y para ello deberas pedirme permiso y la llave. Yo comprobare todas las mannanas que no has forzado el cinturon. Si lo fuerzas a lo mejor decido dejarte el candado de los huevos puesto para el resto de tus dias o al lo mejor prefieres ir a un cerrajero para que intente asserrarlo....tu decides. Ahora vistete y ve a trabajar"
Ignaci se puso los jeans y la camiseta. La verdad es que los candados abultaban mucho, de manera que se dejaban insinuar debajo de los jeans. Cuando se dirijia a la puerta para salir le interrumpi: "Ah, y mannana quiero que vengas en pantalon corto y ajustado. Y nada de tejanos, tela fina.
Fin del capitulo 4.